En las últimas semanas se viene diciendo que la izquierda es vacilante frente al posible triunfo de Castañeda. A todos y todas las que dudan, acá estamos, firmes contra la corrupción y las mafias. Lo dijimos desde que estalló el caso Comunicore, lo dijimos cuando era candidato a la presidencia, lo gritamos cuando articuló la revocatoria mafiosa y lo volvemos a decir cuantas veces haga falta: #CastañedaNuncaMás. 

Castañeda representa una manera de hacer política que privilegia los intereses privados, para lo cual se corrompe la institucionalidad pública, profundizando la práctica fujimorista que desde el clientelismo envileció a sectores populares ganados por el pragmatismo y el individualismo. Asimismo, rechazamos el acercamiento a Perú Posible, enredado en el caso ECOTEVA y ahora relacionado al narcotráfico en el caso León; y la candidatura de Salvador Heresi quien ha callado frente graves denuncias de corrupción por entregar el Centro de Salud Municipal a una empresa de la que habría recibido más de 30 mil dólares.

Este manejo político es de uso común: el Fujimorismo pretende re-articularse, el Aprismo buscar sacudirse de los narco indultos y Perú Posible relativizar los casos Ecoteva y León. Esto lo percibe la población, por lo que no es extraño que se piense que todos los políticos son iguales. Es obligación de la izquierda cambiar esta realidad, para lo que debemos atrevernos a construir una alternativa propia, propositiva, cuestionadora, diversa.

La situación en la que estamos es en parte responsabilidad nuestra. Debemos admitir que no supimos llevar adelante el proceso de unidad del FA y sus discrepancias. En ese contexto es grave que quienes reivindicamos la causa de la justicia social y ecológica, de la igualdad y la emancipación, no tengamos las conexiones suficientes con el movimiento social y popular para impedir que la mafia gane el municipio. Por eso debemos aprender de los errores y mirar decididamente al futuro, no permitir más decisiones cupulares y exigir democracia interna: un militante un voto

¿Cómo se explica que un 53% vote por Castañeda? Peor aún, si a las elecciones fueran sólo en los sectores populares ¿cómo nos explicamos que ese porcentaje aumente? Esta elección nos confronta. Y nos debe llevar a replantear la estrategia de acción.

Se trata de volver a las bases, volver a los barrios, a las calles, y re-aprender, recoger propuestas y no ceder al cansancio; identificar cada una de las luchas sociales hoy vigentes y apoyarlas. Debemos atrevernos a construir un proyecto popular, convocante, ilusionante, que se atreva a cuestionar el modelo y proponer la alternativa de superación.

¡Hagámosle frente a la Corrupción y la Mafia!

¡Construyamos un verdadero Frente Amplio!

Militantes del FA, por renovación y unidad en la izquierda